Un artista que sobrepaso los limites que se le impusieron y alzo su voz contra la injusticia que el vio desde primer plano. Ai Weiwei es el más importante artista conceptual chino de la actualidad y lo seguirá siendo por mucho tiempo, esperemos que sus acciones sean suficientes para hacerle entender a la gente de todo lo malo de esta sociedad.
Nacido el 28 de agosto de 1957 en Pekín, cuando su padre Ai Ching fue acusado de contrarrevolucionario por el poema “el sueño del jardinero” por lo que toda su familia fue exiliada a los desiertos de Gobi, teniendo que ver a su progenitor limpiando baños y cavando una casa a partir de un hoyo. No fue hasta la muerte del líder Mao que pudieron volver a su hogar, pero para este punto Ai Weiwei ya había sido transformado y la llegada a Estados Unidos le mostro lo último que necesitaba saber, las obras conceptuales de Marcel Duchamp, le dieron un inicio a lo que seria su nueva vida de artista y se dio cuenta que la mejor forma de dar a conocer su pensamiento era con dos sencillas.
Primero para Ai Weiwei no fue suficiente centrarse en una nación, sabia que a pesar de la diferencia de los sistemas políticos existía una gran manipulación de la libertad, en su país dado a que era limitado y en Estados Unidos se hacia pensar a la población que eran libres de expresarse acosta de una manipulación indirecta de los medios. Segundo él sabía que las personas tenían que abrir sus ojos, abrir su mente del daño que le estaba produciendo la misma sociedad con el mejor producto que crearon, las redes sociales, por este medio podía le mostrar a las personas la realidad de los sucesos y sin ser censurado por el gobierno.
Ai Weiwei no es un simple artista trastornado, es un ser humano que ha dado su vida para revelar la verdad, para dar libertad a todos los oprimidos por el sistema y sobre todo para darle un sentido al fin real de un artista de la actualidad.
